Lo que parecía únicamente el argumento de la cinta Pequeña Gran Vida, en realidad dio pie a una fuerte investigación científica en busca de la posibilidad de reducir seres vivos, especialmente humanos, a 12 centímetros de dimensión, para con ello hacer frente a una de las problemáticas mundiales más graves: la sobrepoblación, de la cual se derivan fuertes amenazas para la Tierra como el calentamiento global, y la escasez de recursos, entre otros.
“El hombre ha descubierto otros mundos fuera del suyo, pero por primera vez podrá descubrirlos dentro de su propia atmósfera. Con esto, dan por terminados trabajos exhaustivos de investigación que le permitirán a la humanidad la preservación de su propia especie”. Declaró en conferencia de prensa el Director de Investigación Biomédica, de la Universidad de Noruega.
Tras este anuncio, instituciones mundiales como la ONU, la Organización Mundial de la Salud y el propio Banco Mundial se han reunido ya en sesión extraordinaria para iniciar los acuerdos que deberán marcar las normas de operación en cada país, y así poder permitir a la población que lo desee, la posibilidad de reducción.
Aunque el estreno de la cinta está programado para el 19 de enero, el director Alexander Payne ya fue invitado a formar parte de las reuniones internacionales en las que se discutirá cuándo y cómo se permitirá a las personas comenzarse a reducir, pues él plantea un esquema extraordinario en la película, que le permite a los “reducidos” incrementar su dinero hasta 120 mil veces.
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