Lorde tiene de todo en su repertorio anti-pop, menos melodramática (en un sentido estricto de la palabra). La neozelandesa es simpática, acertada, y en sus letras sobria. A pesar de sus cortos 20 años, muestra más material que digerir que muchas poperas actualmente sobre escenarios. En Melodrama ignora esa farándula musical, siempre empeñada en dramas y escándalos (coffcoff Katy y Taylor). Lorde simplemente quiere ser una adolescente normal.
Es increíble que Lorde no exija un resultado súper pulido, auto-tuneado y listo para la radio. Los respiros y sonidos de los instrumentos y sintetizadores son una imperfección que eleva su voz tan particular. Extrañamente los cambios de ritmos de una misma canción la complementan, como el caso de Green Light, que trata de una ruptura con el sello característico y humor negro de la cantante.
Melodrama podría ser un disco perfecto, pero peca de canciones lentas en ritmo. Sin embargo se reivindica con las bailables como Supercut, que seguro será de los éxitos en festivales que tomen a Lorde en sus lineups. Pero esa es su cualidad más grande: podrá tener sus dos o tres canciones que te mueven, el resto serán siempre un diario de alguien que se autoconsidera una externa. Y es que todos fuimos jóvenes, pero pasar el rito de la madurez con corazón roto como lo hace Lorde, pocos lo logran.
Tracks recomendados
Supercut, Writer In The Dark, Green Light, Louvre.
¿Vinil, CD o compra digital?
Compra digital. Lorde es buena, pero Melodrama no amerita comprarse en formato físico, tanto por las cualidades innatas de sus composiciones, como el hecho que no hay una edición especial como el vinil transparente de Pure Heroine.
Puedes ver el video del primer sencillo Green Light aquí.
Pitchfork 8.8
Consequence of Sound B+
Rolling Stone ★★★★✩
The Guardian ★★★★✩
The Independent ★★★★✩