Una historia de amor moderna es el título que precede a Bang Gang, una cinta francesa que viste la desinhibición europea durante 98 minutos, y es justo esa modernidad, la que se expone como argumento en una historia que quizá podría establecerse como extraña o escandalosa en un contexto como el mexicano.
Un grupo de adolescentes menores de edad comienzan a organizar una serie de fiestas en las que dominan las drogas (como la cocaína) y las orgías.
Al final no logramos decidir si la narrativa presentaba un argumento bastante existencialista o sólo era sumamente pretenciosa.
Pero si podemos entrar en un acuerdo con el tema principal: la modernidad (sea o no sea exclusiva de las corrientes de pensamiento europeas) permite a los personajes eliminar cualquier tabú (y en ocaciones hasta morbo) de sus mentes por un breve momento (la duración del Bang Gang) con el fin de ser satisfechos físicamente, y sí, moralmente fueron libres, y lo fueron en sociedad, aunque fuera una estrecha y selectiva sociedad.
Mientras que por otro lado, existe el hecho de que aunque sus actos fueran (socialmente) retorcidos, la modernidad les permitió borrar las consecuencias biológicas casi instantáneamente de sus cuerpos con una simple dosis médica.
Así es la modernidad, y nada importa, ni lo que hagas.
Bang Gang es una película poco convencional en el mercado americano, así que si buscan algo diferente, la recomendamos.