John Kramer (Tobin Bell) lleva 10 años muerto, o al menos eso piensa el detective Halloran (Callum Keith Rennie) cuando a sus menos llega el caso de una víctima quien asegura que ‘el juego ha empezado’ y hay vidas en peligro.
A partir de ese momento Halloran debe internarse en juego macabro donde no todo es lo que parece…
Si son amantes de la ya extensa saga de Saw, seguro esta nueva entrega les parecerá un guiño bastante bueno a la compilación, de otra forma la película no representa una buena entrega individual a la fila de propuestas cinematográficas que han nacido este año.
La narrativa aunque cuenta con buenos plot twists no deja de ser ciclada, y un tanto forzada, con justificaciones bastante pobres que fungen todas en favor del sadismo.
Como si al momento de plantear la historia de la película, primero se decidiera que escenas sádicas se incluirían y posteriormente se justificara su inclusión.
A menos claro que sean fanáticos del sadismo, en todo caso, esta película es para ustedes.