En esta película ningún personaje tiene nombre, así que nos referiremos a ellos directamente con el nombre del actor que lo interpreta.
En el inicio, la narrativa nos muestra como Javier Bardem habita una hermosa casa en medio de un bosque sin vecinos cercanos, en la casa habita también su esposa, Jennifer Lawrence.
La casa ha fungido como el hogar de Javier por muchos años, pero en algún punto de su vida la casa se incendió, y fue ese mismo incendio el que le arrebató todas sus posesiones materiales, eventualmente él conoció a Jennifer, quien se encargó de restaurar por completo la casa hasta el más mínimo detalle.
Mientras ella se dedica por completo a la restauración de su hogar, Javier es un reconocido autor que se encuentra trabajando en su siguiente publicación, pero detenido aparentemente por un bloqueo creativo que le impide escribir.
Todo marcha bien hasta que una noche Ed Harris llega a la puerta de la casa, excusándose con una identidad falsa consigue pasar la noche ahí, pero cuando su esposa Michelle Pfeiffer aparece en la puerta al día siguiente descubriendo que en realidad Ed sólo es un gran fanático de Javier y que moría por conocerlo, las situaciones descaradas en la casa de Jennifer comienzan a caer en la trama en cadena.
La película llega a su mitad con un cierre para el caos pero sólo funge como un breve descanso para consecuentemente desembocar en un caos surrealista mucho mayor.
Si algo podemos decir de esta película es que es difícil verla en un punto medio, saldrás odiándola o amándola, pero sin falta, saldrás con una opinión fuerte al respecto… exactamente como una buena obra de arte.
Podríamos pasar horas discutiendo y tratando de descifrar el sinfín de alusiones, y simbolismos involucrados, pero sin lugar a dudas hay 2 que sobresalen:
Una tremenda representación de la creación del ser humano y su relación con Dios y el planeta según la biblia católica y por otro lado por supuesto, la travesía de un creador y su lado más monstruoso.
Mientras que la historia comienza con una narrativa bastante cotidiana, conforme avanza el punto de realidad se tuerce por completo cediendo ante su alusión conceptual.
Una técnica aunque básica, entra para servir absolutamente a lo que Aronofsky nos quiere mostrar, empezando por la fotografía y sus movimientos de cámara que contribuyen muchísimo en el nivel de tensión que se crea ante el ojo del espectador, apoyado en todo momento por el diseño de audio.
Hollywood produce mucho cada año, pero es poco lo que realmente en esta industria puede jactarse de lo que Mother! presume y aplaudimos enormemente las agallas de Paramount aquí.
Quizá esté de más señalar que esta se trata de uno de los mejores trabajos de Jennifer Lawrence haciendo incapie con su simple trabajo porque es una de las actrices más cotizadas de la industria actualmente.
Esta es una película que NO pueden dejar de ver, ya sea si la amen o la odien, o no lo entiendan en absoluto.
Mother! se estrenará el 22 de septiembre.
