Es durante la boda de su madre que Kyle (Owen Wilson) y Peter (Ed Helms) se enteran de que su padre no es quien ellos creyeron durante años, y en un momento de incertidumbre deciden emprender un viaje en la búsqueda de su padre biológico, y es ahí donde una verdadera aventura cómica inicia.
Aunque en apariencia podría parecer una película no muy buena, les advertimos que no es así, el objetivo cómico no podría ser más acertado, pues consigue que su público se ría sin detenerse del inicio al fin de la gran aventura que emprenden los hermanos, y es que de verdad… les sucede de todo.
Las actuaciones de Owen Wilson y Ed Helms son excelentes, pero lo que realmente le da un toque genuino al filme es las situaciones en las que se van envolviendo, y más allá de eso la naturalidad con la que van escalando.
Definitivamente la recomendamos, créanos, no van a parar de reír.