Desconocemos si el objetivo de Sarik al dirigir esta película rusa era consolidarse como una competencia seria a las sagas de superhéroes en la pantalla grande como lo son Marvel y DC Comics, pero definitivamente no lo logró.
Mucho se había escuchado de sus efectos especiales de calidad bastante amateur, pero una vez que vez el trabajo completo, los efectos especiales son absolutamente irrelevantes para todo lo demás que está absolutamente erróneo en la película.
Para empezar, una historia sumamente ciclada, que no aporta nada hoy en día, pero que encima es acompañada de un guión bastante soso, sin una buena estructura que logre el interés del consumidor americano, y que como cereza del pastel tiene el peor doblaje al inglés que hemos visto en años.
Es como si estuvieron viendo una adaptación de avengers pero para el público que consume telenovelas mexicanas.
Definitivamente es de las peores películas que hemos visto no sólo en el año, sino en todas nuestras vidas, pero quizá eso sea suficiente para llamar la atención de su curiosidad y decidan aventurarse a verla.